jueves, 9 de marzo de 2017

De la prisión a la deriva

“sino yo triste y cuitado
que vivo en esta prisión
que ni sé cuando es día
ni cuando las noches son”

Así se podía explicar mi estancia en la "prisión" amaba Italia, siempre había admirado su historia, sus paisajes... Pero ahora que la llegaba a tener delante sentia una profunda tristeza. Estaba seguro de que no podría volver a este hermoso país y todo lo que ver podria ver de el es una oscura cárcel llena de ratas y bichos que antes solo se verían en contenedores de basura.
Cuando entre en el supuesto "campo de refugiados" llevaba la cuenta de los días que había pasado. Pero al pasar de los meses perdí la esperanza, Rex no pudo entrar pero seguramente sobreviva en los bosques que hay por los alrededores. A mis padres no los volví a ver desde que subí en el barco que nos trajo.
Cada día nos hacen trasportar pesadas cargas y solo tenemos 20 minutos de tiempo libre al comer, cuando acabamos por la noche quedamos tan exhaustos que nos dormimos al instante. Nunca creí que añoraría tanto tener que despertarme a las 7 de la mañana para ir al instituto, las broncas de mis padres y las continuas tardes de Play. Aquí solo tenemos una minúscula televisión en la que pasaban las noticias, pero, al no saber Italiano, no a podia saber que decian a menos que pusieran imágenes de lo ocurrido.
Cierto día mientras tomábamos una insípida sopa con lo que parecían trozos rancios de patata, una noticia me llamo la atención. Se podía ver como un barco naufragaba en un escollo de un país de oriente. Los reporteros se acercaron hasta uno de los supervivientes y en ese momento me di cuenta, pegue un salto y me acerque mas a la televisión ERA MI PADRE!! Estaba llorando.
Nunca había visto a mi padre llorar así, se me cayo el alma hasta los pies. Los reporteros le preguntaban que le ocurría y el solo podía decir "he perdido a mi mujer y a mi hijo. En ningún lugar al que he ido me han recibido, solo quiero volver a casa con mi familia" en ese momento dejaron de trasmitir. Ahora era algo personal, tenia que salir de este sitio, me seque las lagrimas y me fui a explorar la valla, no se como mi padre pudo librarse de los policías pero ahora era mi turno. Rodee toda la valla intentando encontrar algún rincon por el que colarme pero, era imposible, todo estaba o protegido o era imposible pasar. Derrepente y para mi asombro pude ver a Rex, silbe lo mas fuerte que pude, me daba igual que me descubrieran, al menos se que Rex esta bien. Algo estaba mal, levaba una correa. Cuando llego hasta mi no pude dejar de acariciarlo, mi mano apenas pasaba por las aperturas de la reja pero con solo tocarlo me sentía mucho mejor. Mientras seguía con él se escucha algo moviéndose entre la maleza y corro a esconderme detrás de una gran roca. De detrás de un árbol aparece un policía el cual tras acariciar a Rex coge la correa e intenta llevárselo, pero el perro, fiel a su amo, ni se inmuta. Salgo de mi escondite y el hombre sorprendido me mira con desconfianza y me pregunta:
-¿No deberías estar trabajando?- se mira el reloj- la comida acabo hace mucho-me sorprendió bastante que hablara español pero aun así el acento era demasiado obvio
-¿Donde has encontrado a este perro?
-No te importa, ponte a trabajar antes de que llame a los guardias- no podía dejar que se valla, tenia que saber para que estaban utilizando a Rex. Tenia que se sincero
-Ese perro antes era mio, se llamaba Rex- cuando pronuncie su nombre se levanto y se aproximo a mi. El hombre estaba realmente sorprendido, supongo que no habría conseguido que Rex le hiciera caso
-Jajajaja, yo le había puesto de nombre Lukanikos
-¿Lukanikos?- nunca había escuchado ese nombre, y menos para un perro
-Si, lukanikos fue un perro griego que siempre estaba al frente de las protestas en Grecia y falleció en 2014, este bicho me recordó a el, no dejaba de ladrarnos siempre que nos veía y los guardias no nos llevábamos muy bien con él, un día un policía nuevo se harto y casi le dispara, menos mal que estaba yo y no pasó nada, desde ese momento me he hecho cargo aunque como supondrás no me ha hecho mucho caso.
-Gracias-intentaba que no se me cayeran las lagrimas- Rex es lo único que me dejaron mis padres antes de irse, muchas gracias por cuidarlo- obviamente el guardia no se esperaba esta reacción
-¿Has perdido a tus padres?
-Mi padre esta en alguna parte de oriente y piensa que estoy muerto y a mi madre no la he vito desde hace meses
-Yo también tengo un hijo- levante la vista y el guardia ya no tenia la severa expresión con la que apareció-no quiero pensar como me hundiría si no tuviera a mi familia. Por cierto me llamo Alonzo y pienso ayudarte a escapar de aquí.
Tras ese día volví a ver a Alonzo, me pasaba comida y me explicaba los pasos para un plan de escape. La verdad es que me sorprendió que fuera tan fácil, él entraría el día fijado para traer comida y cuando descarguen el camión yo me subiré y me sacara de ahí. Me levante como siempre pero hoy me tocaba estar todo el día en la cocina, me sorprendía que Alonzo se supiera mi horario dado que era solo uno de los guardias de la puerta principal. Mientras lavaba una enorme cantidad de platos que parecía que llevaran toda su vida sin haberse mojado un vigilante me llamo y me dijo que le ayudara a descargar las cosas del camión, no le distinguí la cara porque llevaba una bufanda que le cubría pero, estaba seguro de que era Alonzo. Cuando me acerque a la parte trasera y me incline para coger una caja la puerta se cerro, primera parte del plan cumplida. Me senté en una esquina y el camión se puso en marcha, estaba eufórico "POR FIN PODRÍA SALIR ". Mi euforia duro poco, de repente nos paramos y oigo que Alonzo discute con alguien, suenan pisadas, tengo que esconderme rápido, me meto en una gran caja en la que aun quedan restos de frutas podridas. Oigo como abren la puerta
-Vedete? Ti ho detto che non c'era niente (¿ves? te dije que no habia nada )
-non importa, che dobbiamo esaminare tutti i camion (Da igual, tenemos que inspeccionar todos los camiones)
Se cierran las puertas y salgo de la caja, el camión sigue su ruta.
Se vuelven a abrir las puertas y lo primero que veo es a Rex saltando hacia mi, no deja de lamerme la cara y me cuesta un rato apartarlo veo a Alonzo acercase
-Chico, ese perro de verdad te quiere, supongo que aquí se separan nuestros caminos, tengo que devolver este camión o si no sospecharan
-Muchas gracias, nunca podre agradecértelo
Y así el joven partió

fue hacia la costa  

corriendo sin tregua,

en una playa hermosa

una barca encontró

y con su madre nerviosa

llorando se encontraron.

Mucha gente ansiosa

juntos todos esperaban

 a una persona añosa

cuando esta llego dijeron:

es nuestra salvadora

pregunte si podia ir 

Respondiole la anciana

tal respuesta le fue a dar

"Yo no digo mi canción

sino a quien conmigo va


miércoles, 8 de febrero de 2017

Consejos de patronio.

Ahí estaba yo, sentado en el frió suelo, pensando versos para no ponerme a gritar sumido por la desesperanza cuando mi padre me llama con uno de sus silbidos característicos, me acerco a la fila de los adultos y me doy cuenta que están acompañados de una persona que no había visto antes. Me acerco y mi padre me coge del hombro para acercarme mas, me dice en una voz bastante baja:
-Este hombre puede llevarnos por tierra hasta nuestro destino, pero nos costara bastante dinero-Yo estaba desconcertado, nunca me había dejado opinaren los planes que hacían y ahora me esta obligando a escoger entre ir separados por barco o juntos por tierra. Yo sabia que ir por barco seria mucho mas seguro pero la idea de separarme de ellos me atormentaba, en cambio por tierra el camino era mas peligroso pero estaríamos juntos.-no tienes que decidirte ahora el barco saldrá dentro de tres horas y el bus posiblemente por la noche-
Eso me quito un peso de encima. Me separe de ellos y me senté en un banco cercano pero de pronto me llegan a los oídos unos ladridos bastante afligidos e impulsado por mi instinto me levanto y camino despacio hacia el sonido. Doble una esquina y vi algo que me enfureció bastante, un pitbull bastante grande estaba atado con una cuerda vieja a un cubo de la basura, junto a el había un gran charco de agua estancada. No parecía que estuviera intentando quitarse la cuerda o irse, mas bien estaba tumbado con una mirada fija en la salida del callejón. Me acerque lentamente temiendo alguna reacción espontanea del animal y como no daba ninguna respuesta me aventure a intentar tocarlo, para mi asombro no hizo ningún intento de morderme o apartarse, solo me observo medio segundo y después siguió mirando al callejón.
 En aquel sitio olía mal y había desperdicios en el suelo, pero aun así me senté junto a el y empece a acariciarlo. no paso mucho tiempo y una mujer apareció por la entrada del callejón y el animal se puso tenso a si que yo también lo hice, al observar mejor me di cuenta que que llevaba un plato de comida, no quería que descubriera que estaba aquí, pero alguien que ayudaba a un perro abandonado no creo que persiguiera inmigrantes. Ella también se sorprendió al verme:
-¿Como has conseguido acercarte a ese bicho? A mi solo me deja estar cerca cuando traigo su comida- tenia una voz mas grabe de lo que esteraba y se encobraba sobre su espalda aunque no parecía mala persona. Al ver que estaba callado dijo:
- ¿Tu eres del grupo de los inmigrantes, no?-pronuncio lentamente sin levantar mucho la voz, todos mis sentidos se agudizaron y me prepare para salir corriendo, pero ella hablo otra vez:
-Tranquilo, no te voy a denunciar, se que lo estas pasando muy mal debido a esta oleada de xenofobia, puedes confiar en mi.- La verdad es que no parecía mala gente y si intentara algo solo tendría que correr, no creo que fuera lo suficientemente rápida o fuerte para alcanzarme.
-Bueno, volviendo al otro tema ¿sabes que ese perro nunca deja que se le acerque nadie?- No sabia si debía contestar pero me arriesgue.
-Pues parece bastante manso, ¿tiene nombre?  
-Yo lo suelo llamar Rex- Se acerco un poco mas y dejo el plato en el suelo, Rex de un salto empezó a devorar su contenido. Aproveche ese momento para desatar la cuerda, no estaba casi apretada y
seguro que de un tirón se hubiera soltado "que perro tan fiel" pensé.
-Puede que no le interese nada pero tengo un problema-dije casi sin pensar en las consecuencias que tendría contarle esto a aun desconocido- mi familia y yo vamos a salir del país y tenemos dos opciones: ir por mar, es un viaje seguro pero me separan de mis padres, la segunda es ir por tierra, es un viaje mas peligroso pero estaremos juntos. Y no se que decidir porque tengo miedo a que algo salga mal por mi culpa
-Vaya, parece que tu familia esta en un aprieto, pero creo que tengo una historia que podría ayudarte a afrontar ese miedo y pensar con claridad:
Había un buen hombre que tenía una casa en la montaña y que criaba muchas gallinas y gallos, además de otros animales. Sucedió que un día uno de sus gallos se alejó de la casa y se adentró en el campo, sin pensar en el peligro que podía correr, cuando lo vio la zorra, que se le fue acercando muy sigilosamente para matarlo. Al verla, el gallo se subió a un árbol que estaba un poco alejado de los otros. Viendo la zorra que el gallo estaba fuera de su alcance, tomó gran pesar porque se le había escapado y empezó a pensar cómo podía cogerlo. Fue derecha al árbol y comenzó a halagar al gallo, rogándole que bajase y siguiera su paseo por el campo; pero el gallo no se dejó convencer. Viendo la zorra que con halagos no conseguiría nada, empezó a amenazar diciéndole que, pues no se fiaba de ella, ya le buscaría motivos para arrepentirse. Mas como el gallo se sentía a salvo, no hacía caso de sus amenazas ni de sus halagos.Cuando la zorra comprendió que no podría engañarlo con estas tretas, se fue al árbol y se puso a roer su corteza con los dientes, dando grandes golpes con la cola en el tronco. El infeliz del gallo se atemorizó sin razón y, sin pensar que aquella amenaza de la zorra nunca podría hacerle daño, se llenó de miedo y quiso huir hacia los otros árboles donde esperaba encontrarse más seguro y, pues no podía llegar a la cima de la montaña, voló a otro árbol. Al ver la zorra que sin motivo se asustaba, empezó a perseguirlo de árbol en árbol, hasta que consiguió cogerlo y comérselo.
 Esa historia me hizo ver que mi miedo no me conduciría a ningún sitio a si que me tranquilice y me dispuse a tomar una decisión, me levante del sucio suelo y me despedí de la señora. Pero cuando estaba a punto de irme algo me acaricio la mano, baje la mirada y ¡era Rex!
-Parece que se ha encariñado contigo, vas a tener que cuidarlo- Tener a Rex a mi lado podía ser una ventaja y un inconveniente. Ya tenia decidido ir en el barco, pero no creía que dejaran entrar a Rex, aun así me dirigí al embarcadero, dispuesto a notificarle mi decisión a mis padres. Cuando le vieron se sorprendieron, pero tras explicarles lo ocurrido y la decisión que tome accedieron a intentar colar a Rex en el barco junto a mi, nos acercamos al traficante y accedió a dejarlo pasar por una suma de dinero, la cual mis padres muy a su pesar pagaron. En ese momento me di cuenta que mis padres me querían muchísimo y que intentarían sobreponer mi seguridad ante todo, aun siendo a través de perro.

Nos subimos al barco y me senté en uno de los pocos huecos libres que había, el barco estaba abarrotado de gente. No quería bajar la guardia, aunque a algunas de las personas que estaban en dentro las conocía del apartamento, la mayoría eran completos desconocidos. Rex se tumbo a mi lado y como un buen perro guardián gruñía a la mayoría de la gente que pasaba cerca, eso me tranquilizo bastante permitiéndome dormir un rato después de ese agitado día.
Me desperté sorprendido por unas voces que salían de un megáfono de la pared, decían que tendríamos que hacer una parada en Italia por exceso de peso. ¿Ya habíamos llegado a Italia? Seguramente me hubiera quedado dormido toda la noche y parte de la mañana. Llegamos a una playa, se oían sirenas. La gente saltaba a los botes salva-vidas a si que yo los seguí, mire atrás para ver si mi perro guardián me acompañaba pero no tenia que preocuparme,estaba detrás de mi. Al llegar a la playa varios policías y algunos militares estaban persiguiendo gente, cuando se acercaron Rex empezó a ladrar y se dispuso a saltar, pero yo le detuve solo diciéndole "NO" y al instante se debuto, "¿Quien abandonaría a un perro tan bien entrenado?" Me quitaron la documentación y me metieron en un camión junto a otras personas. Lo único que entendí entre gritos fue: centro de detención. Para mi fortuna Rex subió al camión justo cuando se ponía en marcha. Empezaba a amar a ese perro.

No sientas miedo nunca sin razón 
 y defiéndete bien, como un varón.  
                                                                    
                         

martes, 24 de enero de 2017

El milagro del Stanbook

“La Madre Gloriosa, tan ducha en acorrer
la que suele a sus siervos en las cuitas valer
a este condenado quísolo proteger
recordose el servicio que le solía hacer…”
Extraños versos que estaban escritos dentro de uno de los libros que leía a causa del espantoso mareo que sufría, pero derrepente el bus se para, estaba tan sumido en mi lectura y en intentar no marearme que no me di cuenta, ¡ya habíamos llegado a la ciudad! Todos los pasajeros se bajaron y nos esparcimos entre las calles, en esta ciudad todo parecía mas tranquilo y nos dirigimos hacia el puerto. Mi padre me explico que ahora tendríamos que buscar a la persona que nos transportaría, dimos vueltas un rato hasta que mi padre se acerco a un señor que estaba dándonos la espalda así que era imposible verle la cara, al darse la vuelta le pude distinguir sus facciones, tenia un cuerpo bastante mas flacucho de lo que esperaba. Cuando mi padre se acerco a conversar con él me di cuenta de que otro hombre mas fuerte y alto no nos dejaba de mirar(seguramente seria el guarda espaldas). Yo solo quería irme lejos de este sitio tan lleno de gente. Estaba apartado de la conversación pero en cuanto vi que mi padre le entregaba un sobre me di cuenta de que ese hombre no trabajaba "por amor al arte" como se suele decir, pero no importaba, con tal de que nos llevara lejos de aquí .Cuando terminaron de hablar el hombre le dio un mapa a mi padre y este se lo guardo en un bolsillo, nos alejamos bastante del puerto hasta llegar a un pequeño edificio, los alrededores parecían tranquilos a si que me relaje un poco, llamamos a la puerta y oímos unos extraños ruidos dentro, nos abrió un hombre alto y mi padre le dijo que veníamos de parte de Alex, la expresión del hombre se relajo y nos dejo pasar. Para mi asombro dentro habían unas 15 personas en una habitación de no mas de 30m mis padres se acomodaron en un rincón. Nunca los había visto tan resignados con algo tan inhumano, mire a mi alrededor y solo vi un cuarto de baño y una habitación que también estaba llena de maletas"de mas refugiados supongo".
Y así pase una semana, en una habitación apestosa con gente que se estaba empezando a tener claros síntomas de enfermedades, mi madre incluida, pero por lo menos tenia gente con la que hablar, un grupo de jóvenes de entre 16 a 18 años nos poníamos a conversar o a jugar a las cartas, pero no podíamos soportar estar encerrados, estábamos desesperados por salir y por conseguir alguna ayuda o algo para calmar los dolores de nuestros familiares. Así que un día se decidieron a llamar al traficante pero no contesto a ningún teléfono, hartos de esperas unos amigos de 18 años se ofrecieron para salir a buscar medicinas y yo me uní a ellos. POR FIN podíamos salir de aquella asquerosa vivienda para respirar el fresco aire. Fuimos al puerto y con bastante cautela preguntamos a algunas personas por Alex pero, como suponíamos, era un nombre falso y nadie pudo decirnos nada, tras eso nos centramos en encontrar una farmacia y comprar todo lo necesario. al volver todos nos agradecieron nuestra valentía.
Pasaron otros tres días y seguíamos sin saber nada del supuesto "Alex" pero derrepente llamaron a la puerta, todos nos pusimos alerta y resulto ser él. Nos dio a cada uno un billete para un barco y nos mostró una dirección la cual apuntamos en el mapa. Yo estaba desbordado, por fin nos iríamos de esta habitación y de esta pesadilla. Al día siguiente fuimos hasta la dirección y me acorde de un famoso barco de la época de la guerra civil española, el Stanbook el cual partió con refugiados igual que nosotros, pero al llegar al embarcadero la idea de ese fantástico barco se vino abajo. Estaban separando a la gente por edades, yo quería separarme de mis padres pero, tras una discusión, me tuve que resignar y unirme a la fila de los niños. Mientras esperaba sumido en la desesperación y el agobio se me ocurrieron unos versos para calmarme:
El barco que salvación parecía traer
mas desesperación traerá a este ser
solo voy a estar, voy a enloquecer
a mis padres espero yo volver a poder ver

Cantar del destierro

El refugiado sale de Madrid, a Valencia va encaminado,     
allí deja su hogar, yermo y desheredado.
Con lágrimas en los ojos muy fuertemente llorando
 la cabeza volvía y quedábase mirando
mas no quería pensarlo
porque las penas no llegaban a abandonarlo
siguió andando, con la cabeza mirando
a los antiguos lugares por los que pasaba callado
recordando los viejos momentos que pasaba jugando
mientras me decían que les hiciera caso
me acerque a mis padres susurrando:
no me quiero marchar como si cometiéramos pecado
me tiemblan fuertemente las manos
aunque seguramente nunca vuelva a ver los campos dorados.
Salimos de nuestra casa la cual vendimos al banco por mucho menos de su valor actual, la maleta me pesaba mucho, llevaba parte de mi ropa junto con la de mi padre y mi madre, pero también en el ultimo momento cogí tres libros porque me mareo mucho en los coches y pensé que a lo mejor me serian útiles, los cogí casi sin verlos. Ya me habían explicado que íbamos a hacer: iríamos a un descampado no muy lejano y ahí cogeríamos un bus que nos llevaría hasta valencia, pero aun así yo no podía dejar de temblar no entendía bien si era a causa del gélido viento que soplaba a esas horas de la mañana o debido al intenso miedo a ser descubierto bajamos las escaleras contando cada escalón como había hecho desde los 7 año, 32 escalones desde mi puerta hasta la salida del edificio, nunca mas volvería a contar esos escalones.
Fuimos andando rápidamente pero con cuidado para no hacer ruido pero por suerte no había nadie en las calles que tomábamos, solo un anciano que ni siquiera movió la cabeza para mirarnos cuando llegamos ya estaban acumuladas al rededor del vehículo varias familias que se agrupaban para darse calor. Nos acercamos al grupo y nos sentamos, de lejos vino corriendo un hombre que tenia toda la pinta de ser el conductor
-¡Venga! nos vamos cojan sus cosas nos vamos-dijo casi gritando para que todo el mundo se enterase. de pronto me di cuenta de que todos querían entrar los primeros pero después de un rato la cosa se tranquilizo y hicimos una fil. cuando nos toco mi padre enseño un papel y entramos, unos 10 minutos después nos fuimos y yo me quede dormido pensando en lo molesto que sera mi dolor de cabeza.



domingo, 27 de noviembre de 2016

“¡Ay cadenas de amar!, ¡cuán malas sois de quebrar!”

Era una mañana tranquila como cualquier otra, bueno sin contar los extraños comportamientos de mis padres desde hace mucho tiempo pero nunca les tome importancia, me desperté por la mañana como siempre, harto de tener que despertarme temprano para aprender cosas que no me servirán para la carrera que quiero hacer pero como no podía hacer nada me desperté, desayune y me fui al instituto en el camino me encontré con mis amigos de siempre y nos dirijimos juntos al la tortura mañanera de cada día pero mientras caminábamos haciendo bromas y riéndonos de tonterías un hombre se nos acerco y alzando mucho la voz dijo: MALDITOS EXTRANJEROS IROS A VUESTRO PAÍS durante unos segundos me quede congelado pero pronto recobre el sentido cuando mis compañeros empezaron a insultar al hombre y nos fuimos. Llegamos al insti y pasamos un día normal, al salir me encontré con mi novia la cual estaba muy nerviosa le pregunte que le pasaba y ella llorosa me dijo:
-mañana me tendré que ir de España -yo me sobresalte
-PORQUE?¡?¡
-No te has dado cuenta?
-De que?-no tenia ni idea de que hablaba
-De que ha subido al poder el general Orlando
Me sobresalte, ese hombre era un racista que odiaba a todos los inmigrantes argumentando que todos los inmigrantes habían quitado el trabajo a los españoles. estuve toda la tarde con ella, no podía creerme que seguramente no la volviera a ver en mucho tiempo, al despedirme de ella no pude soltar una lagrimita.
Al llegar a mi casa mis padres estaban hablando sobre el tema y yo muy harto me fui a mi habitación y me encerré en ella. durante e tiempo que estuve pensando el tema me di cuenta, en algun momento nosotros también tendremos que irnos y se me vino a la mente una jarcha que me tuve que aprender cuando era pequeño:
      Madre, mi amigo
se va y no tornará más.
Dime qué haré , madre:
¿no me dejará un besito?
Me recorvada a ella y no pude mas me fui a dormir y espere que mañana todo terminara

LA LENGUA Y YO

MIS PRIMERAS PALABRAS
Mis primeras palabras y mis primeros intentos de hablar fueron como las de todos los niños, balbuceando, diciendo las primeras silabas de las palabras y mis primeras palabras fueron: mama, papa... también solía decir cosas como agua, dame. empece a escribir con unos 3 o 4 años con mi profesora Begoña y según mi madre tenia una letra PRECIOSA y que ahora mi letra era muy fea.

Las letras de mi infancia con las que me acunaban eran:
ARRORO MARKO
arrorro marko duérmete ya que aquí esta mami y te cuidara (y se repetía hasta que me dormía)

YA PARIO LA GATA
ya pario la gata cinco, moronguitos y una garrapata que tenia la gata(y también se repetía todo el tiempo)

las historias que me contaban eran de un libro de 365 cuentos que se contaban uno cada día sinceramente no me gustaban la mayoría pero otros me hacían muchísima gracia uno por ejemplo  trataba de un burro el cual siempre suspendía y para hacerle la pelota a la profe le coge flores y mientras va a entregárselas le entra hambre y se las come y cuando llega a la profesora solo le quedan los tallos de las flores. Esa historia la sigo leyendo ahora y me sigue haciendo gracia 

Las palabras de mi generación: hoy en día yo no suelo usar palabras o expresiones propias de mi generación pero hace unos años si, antes los chicos para todo utilizábamos la palabra TÍO para referirnos a personas: QUE TÍO. Ahora solo uso palabras que designan cosas nuevas que aparecieron hace poco como términos informáticos o palabras despectivas como cani, guiri ahora no leo periódicos y me entero de las noticias del mundo por Internet devido a las imágenes que se suelen publicar en redes sociales